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jueves, 17 de noviembre de 2011

Primer Simulacro

El domingo 13 a Julieta se le ocurrió practicar un simulacro de parto. Y la verdad es que se lo agradezco.
El sábado viajó mi mamá a verme y a traer algunas cosas que yo no había comprado porque con mi gran barriga me cuesta trabajo salir y moverme mucho. Teníamos listo todo lo que me habían pedido en la maternidad así que sólo quedaba armar la maleta. Pero nos relajamos conversando, saliendo a almorzar fuera, incluso dormimos siesta.
El domingo fue un día muy flojo, yo me quedé en pijamas prácticamente todo el día y a eso de las 4 de la tarde sentí una contracción. Nada nuevo pues en este último tiempo he estado acostumbrada a sentir contracciones sin dolor, las famosas Braxton hicks. Pero una hora después me había percatado que habían sido al menos 4. Decidí darme una ducha y mientras lo hacía las contracciones seguían y se hacían un poco más intensas. Al terminar de vestirme, eran contracciones dolorosas y bastante seguidas. Ya eran las 7 y 30 de la tarde. Llamé a la matrona (comadrona) y le expliqué lo que pasaba y me indicó tomar viadil y registrar las contracciones de las próximas dos horas, duración e intervalo. No tomé viadil pues hasta ese momento yo solo sabía que el medicamento servía para los dolores estomacales. Más tarde aprendería que al ser antiespasmódico sirve para detener las contracciones del útero y por ende evitar un parto prematuro.
Mis contracciones sucedían cada cinco minutos y duraban entre 40 segundos y 1 minuto así que a las 10.30 pm me fui a la clínica con mi mamá, mi novia, Tito y dos amigos más que estaban en casa esa tarde. Me monitorearon durante una hora y en ese tiempo tuve 5 contracciones. La matrona me hizo tacto y creo que ese dolor fue mayor al de las contracciones. No hubo pérdida de líquido ni nada extra que indicara que el parto estaba cerca de modo que a la 1 de la mañana iba de regreso a casa con el diagnóstico de 'útero irritable=contracciones fuera de tiempo'.
Llevo varios días en casa con reposo absoluto. Las contracciones han disminuido bastante y todo ha vuelto a la normalidad. De todas formas la maleta ya está preparada y el protocolo de emergencia es conocido por todos. Julieta con su bromita de la semana 36 nos preparó para la emergencia real. Esa es mi hija!!!

viernes, 11 de noviembre de 2011

De las emociones

Ya partió la cuenta regresiva y yo estoy muy ansiosa de verla llegar al mundo.
Mucha gente me pregunta si tengo miedo y la verdad es que por lo menos hasta ahora es la emoción que menos siento. Estoy con mucha ansiedad, de eso no cabe duda, pero miedo no.
Hace más de un año, cuando decidí que el 2011 sería el momento en el cual iniciaría la búsqueda de mi primer hijo/a, fui a visitar a una terapeuta que se dedica al biomagnetismo. Algunos creen en los astros, el horóscopo, los videntes, diosas de la fertilidad, etc, etc, no es mi caso pero tampoco juzgo a quienes lo hacen. Yo creo en Dios. Y la terapeuta a la cual acudí hizo todo su trabajo en el nombre de Dios. Después de una evaluación me dijo que yo era una de las personas más alineadas que le había tocado atender pero que había un par de cosas de las cuales liberarme pues no me pertenecían. En el tema de la salud física me curó un dolor de espalda provocado por el estrés y que tres doctores habían diagnosticado como fibromialgia. Y en la salud emocional me liberó de dos emociones que habían entrado en mí a corta edad. La primera emoción que me quitó fue la autoflagelación sentimental pues hasta ese entonces yo aceptaba muchas cosas en mis relaciones de pareja porque me sentía responsable de que pasaran. En la segunda sesión me liberó del miedo que había entrado en mi vida entre los 7 y 8 años. Me preguntó si sabía de qué se trataba, si tenía claro el episodio a esa edad y yo lo sabía muy bien. No necesité verbalizarlo para que ella lo supiera y me dijo que era algo terrible y que no sabía si contármelo pues muchas personas normalmente bloqueaban episodios traumáticos de su infancia. Le dije que no se preocupara que yo lo recordaba todo y que a esa edad había sido víctima de abuso sexual por parte de un vecino. Nunca se lo conté a nadie. Y en cierta medida sí bloqueé el asunto pues no recuerdo que tan espantoso fue el abuso, no recuerdo si fui violada con penetración o si el sujeto me manoseó. Mi terapeuta hizo oración conmigo mientras iba ayudándome a desprenderme del miedo. Y funcionó. Desde entonces no he vuelto a sentir miedo y yo era de las que evitaba caminar por calles solitarias o muy oscuras, me dormía con la luz del velador encendida o el televisor y presentía los peligros y me alejaba.
Hoy sólo siento alegría y la única emoción 'negativa' que me invade es la ansiedad por ver su carita, por vestirla, jugar con ella como si fuera una muñequita, peinarla, cantarle, verla crecer, escuchar su vocecita y por sobre todo protegerla y enseñarle a enfrentar el mundo con mucha valentía.

Ya son 29 días los que me faltan según este contador aunque yo quisiera que fueran menos. Julieta está muy grande, la semana pasada pesaba 2,850 kgms y como está toda enrollada el doctor me dijo que es difícil medirla pero claramente ya pasó los 45 cms y agregó que el esperaría un bebé de casi cuatro kilos y algo más de 50 cms. Por mi condición física creo que lo mío será cesárea pues no sé si me de el cuerpo para jugármela por un parto natural (apenas mido 1.47).
A seguir entonces con la dulce espera, al menos los trámites administrativos están listos. La clínica está pagada y solo debo esperar a que mi niña decida llegar al mundo.

Les dejo un saludo a las que aún me visitan en el blog y me dejan sus comentarios, las aprecio mucho de verdad y me siento muy acompañada con sus historias de vida.

Besitos!