Hablar sin malas intenciones, dar sin motivo y ayudar a los demás sin esperar nada a cambio.
Así quiero que seas hija, Así estoy aprendiendo a ser. A quitar de mi vida todo lo que no suma, lo que daña, la ironía y el sarcasmo que están demás. El rencor por cosas que me hicieron y que no puedo cambiar. A no sentirme mal por decisiones que ahora parecen incorrectas pero que en su momento fueron fantasticas ideas.
Quiero seguir creciendo contigo vida mía, con tu inocencia, con tu amor que no conoce ninguna condición y que me das cada minuto del día que estás conmigo y que yo sin querer a veces rechazo. Quieres jugar conmigo porque no me ves en todo el día y lloras cuando después de unos minutos te digo que no porque tengo que lavar la loza o porque quiero simplemente echarme a ver la tele. En lugar de sentarme contigo esas dos horas que pasamos juntas antes de que te duermas yo hago otras cosas y no quiero hacerlo más. Quiero imaginar a tu lado hijita y jugar 100 veces al 'drey y la dreina' a hacer castillos de arena imaginarios, a nadar sobre el piso creyendo que es el agua, a meternos detrás de las cortinas donde según tú a veces es la casa de mickey mouse, otras la boutique de minnie. Me gustaría que los fines de semanas camináramos más las tres juntitas, de la mano, que buscáramos parques e hicieramos picnics. Y siguieramos jugando y riendonos de las bromas que ya sabes hacer. Es tan poquito lo que dura la niñez que no quiero que te pierdas a la mamá divertida y amorosa y que en lugar de eso recuerdes a una mujer acostada en un sillón con el celular en la mano.
Hasta hace un tiempo me parecía una buena idea participar en un grupo de madres lesbianas criando de a dos. Pero después de compartir con ellas en varias oportunidades me di cuenta que no es lo que quiero. Que el hecho de ser todas lesbianas y tener hijos concebidos mediante inseminación artificial no me asegura encontrarme con amigas. No digo que sean malas personas pero no son las personas con las que quiero compartir pues no acepto que desde un grupo ya reducido y discriminado haya discriminación pues si no tienes hijos mediante inseminación artificial ya no puedes ser parte del grupo, porque para eso hay otros grupos. Arribismo, cinismo, prejuicio, eso ví y no me gustó. Caí en el juego por mucho tiempo, en ese juego de sonreir y luego apuñalar por la espalda, de hablar mal de otras que ni siquiera conocía, de descalificar y reirme, de burlarme de las creencias de algunas. Eso no es lo que quiero para mí ni mucho menos para ti. Conocí gente con la que quiero seguir compartiendo y esos contactos ya los mantengo. No es necesario exponernos más. Ya vendrán mas amiguitos o amiguitas con familias homoparentales. Tú no eres ni serás la única niña que vive esta realidad.
Has crecido mucho bebé. Te sigo llamando bebé cada día pero ya eres una niñita que habla hace meses, frases largas y sin pausas, que me cuenta todo lo que hace y me pregunta cómo me porté. Dejaste los pañales la primera semana de octubre y no tuviste grandes problemas para controlar tu pipí y ya avisas cada vez que quieres ir al baño pero el esfnter te ha dado más trabajo. De a poquito hija, mamá te acompaña y no me importará jamás limpiar tu caca esparcida por el living. Estoy segura que a tu mami Lili tampoco jajajajajaja. ¿Te conté ya que le dices así? Es lindo escucharte con la naturalidad que lo dices y aunque parece pronto para reconocer en ella a una mamá siento que es el espacio que ella misma se ha ganado amandote de la manera que lo hace. Ya le habías dicho mamá un par de veces pero hace poco a propósito de preguntarte cuántas mamás tienen tus amigos Gabriel, Bau, Clemente y Pedro Pablo y recibiendo siempre la misma respuesta de ti: dos mamás, decidí preguntarte a ti ¿Cuántas mamás tienes tú Julieta? Solita me respondiste: 'Dos mamás, la mamá Caro y la mami Lili.
Llenas mi corazón. Cada espacio de mi vida.
Te amo.
Mamá.
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