El maravilloso mundo de la maternidad, la bendición más grande que he recibido en la vida.
domingo, 21 de octubre de 2012
La primera fiebre
Ayer Julieta se despertó sin ánimo. Normalmente se mueve mucho y quiere bajarse de la cama inmediatamente. Le cambié el pañal y quise jugar con ella pero nada. Le toqué su carita pues sus mejillas estaban coloraditas y al tomar su temperatura mi hija tenía 37.9. Por supuesto me asusté mucho pues nunca antes le había pasado y empecé a pensar en que era lo que podía estar pasando. Anda tanto bicho dando vueltas. Le di paracetamol y su temperatura bajó un poco pero a las horas volvió a tener fiebre y esta vez llegó a 38.8, en ese momento quería correr a una clínica. Pero hice una llamada y recuperé la calma, y dejé la opción de una sala de urgencias para última hora porque esos lugares están repletos de enfermedades. Volví a darle paracetamol pero no le bajó la fiebre. Mi pobre bebé era un pobre pollito sin ganas de jugar ni reir. A las 9 de la noche le cambié el medicamento y le dí unas gotas de diclofenaco. Santo remedio. La gorda durmió bien y hasta ahora no ha vuelto a tener fiebre. Yo estoy mal ahora. Tengo algo en el estómago que me tiene totalmente decaída, afortunadamente viene mi viejita en camino a cuidarme. Y a Julieta la ha cuidado su padre todo el día, pañales, comidas, mamaderas, entretención. Que bendición contar con este hombre que ha aprendido igual que yo a ser padre. Hubiera sido terrible pasar por esto solita.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario