Ahora puedo...

Ahora puedo tomar una cerveza en las tardes porque los horarios en que mi hija toma leche de mami son super espaciados. Toma teta como a las 3, cena a las 6.30 y ya no vuelve a pedirme teta hasta como las 9, así que bien por mí. Puedo dormir de guata. Apenas me apareció la barriga no pude hacerlo y después que nació mi hija tampoco podía porque tenía que estar siempre lista para sacarme la teta de noche. Puedo dormir sin sostén. Sí, porque la leche ya no sale a chorros de la otra pechuga mientras Julieta hace sus tomas nocturnas. Puedo cocinar sin problema porque mi hija adora caminar en su andador. Se pasea por toda el living y el comedor que han sido adaptados para que tenga mucho espacio. Puedo comer de todo e incluso le doy de probar a mi hija cuando quiere estar sentada con mamá mientras yo almuerzo. Las caras que pone con los distintos sabores son increíbles y me río mucho con ella. Puedo dormir más en las mañanas porque Julieta se despierta a las 9 y si yo le paso juguetes ella se entretiene solita media hora más. Puedo salir a trabajar en las tardes de martes a viernes. Ella ya ha formado un apego con su padre y aunque a él aún le cuesta hacerla dormir, Julieta es muy feliz con el tiempo que pasa con papá. Soy una mujer afortunada. Tengo a una hija maravillosa que es el mejor regalo del cielo. Tengo una familia que me contiene y me apoya. Tengo unos amigos que valen oro. Tengo a Dios. Tengo vida y salud. Tengo un techo y comida. Y aunque a veces damos estas cosas for granted (no sé la frase en español)hay que recordar que hay gente que tiene mucho menos. Y a vivir, que la vida no permite ensayos. Y cómo dicen en mi serie favorita de Antena 3 'Que la vida son dos días!'